Creo que no eres consciente de lo que admiro tu belleza. No eres consciente que cada día descubro tus rarezas y también me gustan. No eres consciente cuando te miro y te veo. No eres consciente de que la inspiración no existe, se siente y se lleva dentro. Eres consciente al saber lo que soy contigo. Te haces la inconsciente al descubrir por qué. La inconsciencia llega al mar y se funde con la incontinencia. Esas ganas que tengo siempre de verte, que se funden con las ganas que tengo de escribirte y se consuman con las ganas que tengo de hacerte el amor.
