Cinco finales perdidas. Un punto que lo cambió todo. Y no, no es solo tenis.
No sé cuántas veces he visto tenis con el corazón encogido, ya he perdido la cuenta. El deporte está lleno de historias de superación y aquí en España tenemos unas cuantas. Algunas te rozan, otras te atraviesan.
Hoy el protagonista es mi querido Casper Ruud, al que llevo siguiendo bastantes años, antes incluso de que haya escalado tan alto en el circuito ATP. Hoy fui testigo de algo increíble y ha ocurrido en el Mutua Madrid Open 2025.
Increíble punto, sí. Con él, Casper Ruud se pone 40-0 frente al incombustible Jack Draper y acaricia su primer punto de partido. Championship Point. A punto de lograr su primer Masters 1000. Lo realmente increíble es cómo, en un punto de quince golpes, ante un rival tan agresivo, lo aguanta todo. Todo. Hasta encontrar ese golpe ganador que nos hizo vibrar.

No rendirse jamás
Casper Ruud disputaba su sexta final tras haber perdido las cinco anteriores. Muchos sienten la tentación de tildar al tenista nórdico como «el que se queda siempre en la orilla». Están los ejemplos de Montecarlo 2024, o el de Roland Garros 2023, donde ofreció un muy buen nivel ante el mismísimo Novak Djokovic.
Este punto lo resume todo. La intensidad. La resistencia. El carácter. El no rendirse nunca. Una batalla desde el fondo, golpe a golpe, hasta que por fin encuentra el hueco. Esto es lo que le enseñaron a la perla noruega de la Rafa Nadal Academy by Movistar. Porque el esfuerzo constante, aunque no siempre traiga premio inmediato, construye algo grande. Porque la derrota no te define, pero la perseverancia sí.
Hoy, más que un campeón, vi un espejo donde mirarme. Gracias, Casper. Por recordarnos que seguir creyendo también es ganar.